La Guerra Civil Española
- María Molina

- 18 jul
- 3 Min. de lectura

En 1931 se proclama la República Española (llamada “La Segunda República”).
La Segunda República intentó implementar reformas profundas (como la agraria, la educativa, o la separación Iglesia-Estado), pero muchas de estas medidas generaron resistencia por parte de sectores tradicionales, mientras que sectores progresistas las consideraban insuficientes.
Pero la pobreza rural, el desempleo y la distribución desigual de la tierra fueron caldo de cultivo para el malestar popular. En las ciudades, el movimiento obrero crecía, y con él, la presión por cambios sociales rápidos.
Debido a lo anterior, se produjeron asesinatos políticos, huelgas violentas, insurrecciones violentamente reprimidas por parte del Estado, lo que erosionó la confianza en la democracia parlamentaria y favoreció las posturas más extremas tanto en la derecha como en la izquierda.

Las elecciones del 16 de febrero de 1936 fueron ganadas por una coalición de izquierdas denominada “Frente Popular”. En esta situación un sector del ejército consideraba que la República estaba llevando a España al caos. Algunos militares comenzaron a conspirar para tomar el poder y restaurar lo que entendían que debía ser el orden.
El 18 de julio de 1936 se produjo un alzamiento de un conjunto importante de generales del ejército contra el gobierno de la República Española, que no fue secundado por el total de las fuerzas armadas. Esto produjo la división del ejército en dos “bandos”, así como del territorio y, por tanto, el comienzo de una guerra.

El bando leal al gobierno se suele llamar “republicano” y se componía de militares del ejército español, tropa reclutada, civiles armados, llamados “milicianos”, de ayuda táctica y de la aviación del ejército de la Unión Soviética y de voluntarios no militares internacionales integrados en lo que se llamó “brigadas internacionales”


En bando sublevado se suele llamar “nacional" y se componía de militares del ejército español, tropa reclutada, organizaciones paramilitares, de ayuda táctica y de la aviación del ejército alemán, y de militares combatientes italianos y apoyo de su marina.


A pesar de que algunas potencias, como hemos visto, prestaron ayuda a ambos bandos en la guerra civil española, existía un acuerdo de "no intervención". Un mes después del estallido de la guerra, y por miedo a una "expansión" europea del conflicto, naciones como Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania o la Unión Soviética firmaron este pacto; aunque, algunas de ellas, como hemos visto, se saltaron el pacto sin miramientos.
La Guerra Civil Española acaba con la victoria del bando nacional y el comienzo del Régimen Franquista, dictadura de uno de los generales sublevado, el General Franco (que hizo llamarle “Generalísimo Franco”) y que se mantuvo hasta su muerte en 1975
Se estima 500.000 personas fallecidas en la guerra de las cuales 300.000, entre militares y civiles, perdieron la vida en combates y en bombardeos y unas 200.000 debido a la represión en la retaguardia (125.000 personas asesinadas por el bando nacional y 50.000 por el bando republicano).

El horror siguió tras la guerra:
25.000 personas asesinadas hasta 1945.
10.000 exilados llevados a campos de concentración nazis de los que murieron 7.000

Españoles supervivientes de Mauthausen recibiendo a las fuerzas de liberación Unas 220.000 personas, muchas de las cuales eran excombatientes, políticos o funcionarios pero también sus familiares e intelectuales exilados, que jamás volvieron a España.

Unas 300.000 personas encarceladas, muchas de ellas condenadas a trabajos forzados

Tras la guerra, España era un país destruido en el que reinaba la miseria y el hambre

Afortunadamente la España que conoces es muy diferente.






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